En la práctica odontológica, el valor de las férulas oclusales se manifiesta por sus múltiples aplicaciones terapéuticas, que amplían los límites de los métodos de tratamiento convencionales. Estas férulas son fundamentales en el tratamiento y prevención de numerosas patologías dentales y ortodóncicas.
Bruxismo: Las férulas oclusales desempeñan un papel fundamental en el tratamiento del bruxismo, un trastorno que incluye actividades involuntarias de rechinar y apretar los dientes durante la noche o el día. Su uso minimiza eficazmente el daño dental al actuar como barrera protectora entre las filas de dientes. Además, ayudan a reducir la tensión muscular y el esfuerzo de la articulación mandibular, lo que se traduce en un alivio significativo del dolor.
Trastornos de la articulación temporomandibular (TMJ): Las férulas oclusales están demostrando ser indispensables en la estrategia de tratamiento de los trastornos de la articulación temporomandibular. Al redistribuir la presión masticatoria y permitir un posicionamiento óptimo de la articulación mandibular, ayudan a aliviar el dolor articular y mejoran la función de la articulación. Su uso también puede reducir los síntomas acompañantes, como las cefaleas y los acúfenos.
Disfunción craneomandibular (DCM): Las férulas oclusales han demostrado su eficacia en la DCM, una enfermedad multifactorial que afecta a la articulación mandibular y a los músculos de la masticación.
La disfunción craneomandibular (DCM) es un trastorno complejo que engloba una amplia gama de síntomas que afectan a las articulaciones mandibulares, los músculos masticatorios y, a menudo, las estructuras adyacentes. Este trastorno puede causar diversos síntomas, como dolor en la ATM, cefaleas, dolor facial, restricción del movimiento mandibular, tinnitus e incluso un cambio en la posición de la mordida .
El TMC es multifactorial, lo que significa que puede desencadenarse por una combinación de distintos factores, como la carga incorrecta de las articulaciones mandibulares, el estrés, la desalineación de los dientes o la mandíbula y la tensión muscular. La complejidad de la DMC hace que sea esencial un enfoque individual y holístico del diagnóstico y el tratamiento.
Las férulas oclusales desempeñan un papel crucial en el tratamiento de los TTM. Están diseñadas para estabilizar la mordida y favorecer la posición correcta de la mandíbula, reduciendo así la tensión de las articulaciones mandibulares y los músculos circundantes. Al distribuir uniformemente la presión masticatoria entre las filas de dientes, ayudan a aliviar los síntomas del TTM y contribuyen a relajar los músculos de la masticación.
El uso satisfactorio de férulas oclusales para los TTM requiere un diagnóstico cuidadoso y un ajuste individual. Una férula mal ajustada puede empeorar los síntomas o causar nuevos problemas. Por lo tanto, es necesaria una estrecha colaboración entre dentistas, ortodoncistas y, en caso necesario, otros especialistas para garantizar un ajuste y una funcionalidad óptimos.